LA
CAÍDA DE ROMA Y EL FIN DE LA CIVILIZACIÓN
(Libro de Bryan
Ward-Perkins disponible en Internet)
Bryan
Ward-Perkins es un arqueólogo e
historiador del Imperio Romano tardío y de la primera Edad Media, que trabaja
especialmente en el periodo de transición entre las dos etapas, un campo de
especialidad conocido también como Antigüedad
tardía.
Actualmente enseña en el Trinity College de la Universidad
de Oxford. Publicó varios libros sobre el tema. En el 2005 publicó “La caída de Roma y el fin de la civilización”,
traducido al castellano y publicado por Espasa-Calpe en 2007.
Los bárbaros invaden Roma |
El
autor sostiene que existen dos visiones sobre la caía del Imperio Romano de
Occidente; una es la clásica y otra la moderna. La postura clásica sostenía
que, al ser invadido por los pueblos germánicos, en el Imperio Romano se
produjo una decadencia cultural notoria. Pone el acento sobre lo que Roma
perdió por culpa de la invasión. La postura moderna, alentada por la nueva
integración política que surge en Europa tras la formación de la Unión Europea,
pone el acento sobre los aspectos positivos que surgieron tras la fusión de
ambos pueblos.
Las dos posturas usan un vocabulario distinto que revela el
punto de partida de cada teoría. Así:
Saqueo de una villa en la Galia , según Angus Mc-Bride |
Cuando la postura Clásica habla de:
|
La Moderna, en cambio, habla de:
|
Decadencia
|
Revolución
religiosa y cultural
|
Crisis
|
Transición
o transformación
|
Invasión
|
Integración
de los bárbaros
|
Irrupción
violenta y traumática
|
Surgimiento
de una fuerza positiva en la configuración de la Europa Moderna.
|
El
autor sostiene que la idea del asentamiento pacífico de los pueblos germánicos
se opone a la realidad.
La ocupación de los territorios se realizó por medio de
la amenaza o el uso de la fuerza. Algunas provincia romanas tuvieron una
invasión rápida y violenta (como África), en cambio, otras sufrieron durante
generaciones enteras los saqueos y violencias de uno u otro pueblo (como la
Galia o Italia).
Saqueo de Roma por Alarico, según Pierre Joubert |
¿Por qué cayó la parte occidental del imperio
y sobrevivió la oriental?
Ward-Perkins
sostiene que Oriente no era más fuerte que Occidente. De hecho, las dos
batallas más grandes que pelearon cada una de las partes del Imperio tuvieron
resultados distintos. En la batalla de Adrianópolis (378 d.c.) el imperio
oriental sufrió una terrible derrota a manos de los bárbaros, en cambio, en la
batalla de Chalons o de los Campos Cataláunicos (451 d.c.) el occidente triunfó
sobre los bárbaros.
Entonces,
¿por qué se salvó el Imperio Romano de Oriente? Se salvó porque:
-
Tenía
una enorme ventaja geográfica: el mar separa a Europa de Asia (estrecho de
Dardanelos y el Bósforo).
-
Constantinopla
era una ciudad inexpugnable, imposible de conquistar para los pueblos bárbaros,
que no conocían las armas de asedio.
Reconstrucción de las murallas de Teodosio II |
-
Las
provincias más ricas de Oriente (Egipto y Asia Menor) quedaron a salvo de las
invasiones, con más de las dos terceras partes de sus contribuyentes sin haber
sufrido menoscabo.
-
En
Oriente no hubo guerras civiles. A ello ayudó que el poder militar estaba
dividido entre 5 comandantes. En cambio en occidente había 2 comandantes, lo
que hacía más fácil que uno se revelara para intentar tomar el poder.
Las murallas consistían en un complejo sistema defensivo con un fozo y varias murallas |
-
En
este período Oriente estuvo en paz con su tradicional enemigo: el Imperio
Persa.
Las consecuencias de las invasiones
Para
Ward-Perkins es alarmante la decadencia del nivel de vida occidental entre los
siglos V y VII. La decadencia es de tal magnitud que se puede hablar del fin de
una civilización. ¿Cómo se puede medir esto? De la siguiente manera.
Los logros de la
economía romana fueron:
- Los
productos fabricados dentro del Imperio Romano, incluidos los artículos de uso
cotidiano, eran de una altísima calidad.
- Los
productos se distribuían en enormes cantidades por todo el imperio.
- Los
productos no sólo eran consumidos por los estratos más altos de la sociedad,
sino que los consumían todas las capas sociales.
Estos “logros” de la economía romana
van a desaparecer junto con el Imperio Romano de Occidente.
Veamos algunos ejemplos citados por
Ward-Perkins para sostener esta idea:
1-
Las
vasijas de cerámica
tenían 3 características que, una vez desaparecido el imperio, no se volvieron
a encontrar hasta muchos siglos después. Se caracterizaban por tener una óptima
calidad, eran producidas en grandes cantidades y ampliamente distribuidas tanto
geográfica como socialmente. Respecto de la calidad, en Italia, recién se va a encontrar el mismo nivel de
fabricación en el siglo XIV.
Respecto de la cantidad, parece elocuente la existencia, en Roma, a orillas del
Tiber, de lo que es conocido como Monte Testaccio. El Monte Testaccio es una
colina artificial construida durante los siglos I y III d. C. que cubre un área
de 20 000 m² en su base y se alza hasta los 35 metros, si bien con toda
probabilidad fue algo más alta. Este monte está formado por restos de alrededor
de 53.000.000 de ánforas rotas (Wikipedia da la cifra de 26 millones de ánforas);
sobre todo de aceite de oliva procedentes de lugares como la Bética
(aproximadamente el 80 % del total) o la Tripolitania (el 17 %). El restante 3
% proviene de la Galia, otras regiones de la península italiana, y también se
han documentado algunas ánforas orientales. Se calcula que estas ánforas
llevaron hasta Roma unos 6.000.000.000 (seis mil millones) de litros de aceite.
Respecto de la distribución, cabe
destacar que en todo el imperio se encuentra cerámica de la mejor calidad hasta
en las poblaciones más modestas.
Vasija en la que se representan gladiadores |
Monte Testaccio en la actualidad |
Excavación en Monte Testaccio |
2-
Producción
metalúrgica. Los
niveles de contaminación por la fundición de metales de las distintas épocas
han podido ser estudiados por la contaminación encontrada en la nieve del
ártico, que se acumula año a año formando estratos de nieve perenne. La
contaminación de plomo y cobre fue muy alta en la época romana. Dichos niveles
de contaminación sólo volvieron a ser alcanzados en los siglos XVI y XVII. Estos
niveles de contaminación nos dan la pauta de la enorme producción de metales en
la época romana (a mayor producción mayor contaminación).
3-
Las
tejas. El
techo de tejas estaba totalmente propagado en época romana, hasta las
construcciones más sencillas, como los establos, tenían techo de teja. Luego
este tipo de material para la construcción desapareció para ser reemplazado por
los techos de paja o productos similares.
4-
Construcción
con piedra y mortero
(el mortero sería como nuestro cemento). En amplias zonas del imperio se
perdieron las técnicas constructivas introducidas por los romanos. En Britania
la mayor parte de las construcciones empezaron a hacerse con materiales
perecederos, lo mismo pasó en Italia con la construcción de viviendas. En
Italia sobrevivió la técnica de construcción con piedra y mortero solamente
para las iglesias, pero estas eran tan pequeñas en comparación con las romanas
que sólo se las puede calificar como de “enanas”. Encima, a las iglesias se las
construía con materiales reciclados, es decir, materiales que habían sido
utilizados en edificios antiguos destruidos para aquel entonces.
5-
La
moneda. El
sistema monetario desapareció casi totalmente de la vida cotidiana (la gente
volvió a utilizar el trueque). En la época romana hubo un complejo sistema
monetario con monedas de oro, plata y cobre. En algunas regiones, como Britania,
este sistema desapareció ya en el siglo V. La moneda de cobre, que era la que
usaba la gente para sus transacciones diarias, desapareció. Los reyes de los
nuevos reinos romano-germánicos sólo van a acuñar monedas de oro y plata como
una muestra de prestigio y poder.
6-
Descenso
de la población.
La tierra se volvió menos productiva y empezó a alimentar a menos personas. Esto
se produjo por el quiebre de la especialización y el comercio. Mientras existió
el Imperio Romano, cada zona producía aquellos bienes agropecuarios para los
que estaba mejor preparada (por el tipo de tierra o el régimen de lluvias).
Cada zona vendía sus productos y compraba en otras regiones aquellos productos
que necesitaba. Esto hizo que los alimentos fuesen de buena calidad y tuviesen
precios bajos. Cuando desapareció el imperio desapareció también el comercio
por lo que cada zona debió a volver a producir todos los bienes que necesitaba,
aquellos para los que tenía facilidad y aquellos en los que no. Por ello la
tierra se volvió menos productiva. Con los animales sucedió lo mismo, antes
eran criados en ricas tierras de pastoreo, luego se los empezó a criar en todas
partes, lo que llevó a que empeoraron racialmente, produciendo menos carne o
leche.
7-
Alfabetización. Los romanos utilizaban la escritura
en forma casual, efímera y cotidiana (es decir, llenaban las paredes de
insultos, propagandas políticas, declaraciones de amor, etc., todo lo contrario
de aquellas civilizaciones que tuvieron una clase especial de gente, los
escribas, para leer y escribir). En Roma la mayor parte de la población sabía
leer y escribir. En Pompeya se encontraron más de 11.000 inscripciones, desde
insultos, carteles que anunciaban “cave canem”, es decir, cuidado con el perro,
grafitis, etc. Este tipo de escritura casual desapareció y, durante la Edad
Media, los que sabían leer y escribir eran unos pocos.
En fin, se puede decir que el nivel de
complejidad económica y cultural, alcanzado durante el Imperio Romano,
desapareció. Luego de la caída de Roma se volvió a niveles de desarrollo
anteriores a la época pre-romana. Hicieron falta muchos siglos de desarrollo
para que en Europa se volvieran a alcanzar los niveles de vida de la época
romana. Por esto se entiende que Ward-Perkins hable de “…el fin de la
civilización”.